En un par de días llegará uno de los mejores días del año y de las fiestas navideñas; dicen que es una noche mágica para los pequeños, pero la verdad es que yo tengo ya una edad considerable, y todavía la espero con mucha ilusión, aunque en ocasiones sepa perfectamente lo que me espera y el factor sorpresa ya se haya esfumado. Me estoy refiriendo, por supuesto, a la noche de Reyes. Qué tontería es esa, a todos nos gusta pillar regalos, y aunque hay gente exquisita que se toma en serio eso de “si no te gusta lo puedes devolver”, la gran mayoría del personal acepta gustosa lo que le toca, aunque no sea de su agrado, no lo necesite o no sea precisamente lo que esperaba. Y con el paso de los años, me he dado cuenta de una cosa muy curiosa: que hay ciertas personas en una familia que siempre aciertan con sus obsequios, y esas son, por supuesto, nuestras queridas abuelas. Reflexionaba sobre ello hace unos días, mientras tomaba una ración diaria de videos xxx porno. Las mujeres mayores, y sobre todo las abuelas, que han sido madres como quien dice dos veces, tienen una intuición especial…
Quizá os parezca bastante raro y atípico que, justo en estas fechas, a mí se me ocurran cientos de relatos que tratan sobre oscuros secretos y tramas familiares. Se supone que ahora, cuando llegan las fiestas navideñas, los integrantes de las familias dejan al lado sus rencores y rencillas, para pasar unas veladas en sintonía, o al menos lo más agradables posible; claro, siempre hay alguna nota discordante, como el cuñado pesado o el abuelo que se duerme cada media hora, pero hasta eso se intenta soportar aunque sea por una vez al año. Sin embargo, no es tan extraño como pudiera parecer, si lo pensáis bien. Precisamente en esas fechas, cuando pasamos varias horas reunidos con los familiares a los que raramente vemos el resto de días anuales, y con los cuales hay que convivir aunque sea por compromiso, es cuando comidillas, critiqueos, secretos y rumores salen a la luz, más que nada porque a veces la velada es para lo que da, al no tener otra cosa que hablar con una gente que casi es desconocida, por muchos lazos de sangre que nos unan. Eso da material de chismes para los siguientes 365 días, y si hay en la familia alguien como…