Para la mayoría de las personas en todo el mundo, nuestro primer encuentro serio con la literatura proviene de la escuela. La lectura y la escritura se nos ha inculcado a todos desde pequeños y esto se pone en marcha con el inicio de los exámenes. Ser capaz de empatizar con un grupo de personajes escritos en una página es categórico y, desde la perspectiva del estudiante, una habilidad necesaria. Además, la capacidad de percibir temas y mensajes nos abre a otra forma de pensar. La literatura se convierte en un recipiente. Los 130 millones de libros que se han publicado en todo el mundo son guías para el lector y generan un puente para que aprenda algo nuevo. La historia no es solo una puerta al pasado, también sugiere nuestro presente y futuro. Dentro de cada período de tiempo se encuentran diferentes personas y dentro de ellas, diferentes etapas de nuestra cultura en constante crecimiento. Cada individuo antes era producto de su propio tiempo. Como especie evolucionamos todos los días y sin esa marca de tiempo que nos da la literatura, no sabríamos nada del pasado. La literatura permite a una persona retroceder en el tiempo y aprender sobre…